lunes, 18 de abril de 2016

La iluminación que contamina en arquitectura


Cuando en un ambiente construido por la mano del hombre, la iluminación artificial que se utiliza es excesiva e innecesaria, recibe el nombre de contaminación lumínica. Esto ocurre en muchos lugares alrededor del mundo, y es una forma de contaminación y de ataque al planeta de una forma intencionada e innecesaria.

Problemas con la contaminación lumínica

En los ambientes en los que la contaminación lumínica se hace presente, existe un riesgo importante que es el de interferir directamente con los ecosistemas. Esto altera el ritmo de la naturaleza, y en última instancia afecta al hombre mismo, produciendo efectos directos en la salud de las personas, además del gran despilfarro de energía que con esta práctica se supone.
Un elemento que es fundamental en la contaminación lumínica es en el alumbrado público. Realizar un alumbrado público con una intensidad más allá de la necesaria tiene un resultado no deseado. Del mismo modo, cuando los diseños de la iluminación pública no están hechos correctamente, la iluminación apunta al cielo directamente, con lo que es puramente de contaminación ya que no tiene ninguna utilidad en el uso. Por esto, en el diseño de la iluminación pública, se debe hacer que ésta apunte directamente al objeto a iluminar, que sería la vía pública.

La iluminación interior

No solo es la iluminación pública la que es capaz de crear una contaminación lumínica. También cuando se ilumina de forma excesiva los interiores, y las superficies exteriores son transparentes, también se produce un intercambio de luz al exterior no deseado, lo que se traduce inmediatamente como una forma de contaminación lumínica.
Esta emisión de luz no deseada es la que interfiere con la observación del cielo, creándose el efecto llamado en inglés skyglow, que se trata de una especie de nube de iluminación que se produce y que impide una observación del cielo.
En el exceso de iluminación privada, esta puede influir en propiedades vecinas, alterando la vida normal de las personas, y es necesario que se realice una regulación por parte de las autoridades de este tipo de emisiones.

Gasto excesivo de energía

Las zonas comerciales de las ciudades son las que tienen una alta responsabilidad en la contaminación lumínica de las ciudades. En muchos casos no se tiene en cuenta las necesidades en el caso del gasto de energía, produciéndose este efecto no deseado en las ciudades.
Así es como se pueden ver a altas horas de la madrugada, cuando las calles no son utilizadas por nadie, los locales con todos sus escaparates encendidos y promocionando sus productos a la soledad de la noche. El uso de temporizadores y otros elementos pueden resolver este problema con toda facilidad, produciéndose un ahorro en el consumo de energía y evitando un daño al medio ambiente sin ninguna necesidad ni beneficio.
Aunque no sea directamente relacionado con la contaminación lumínica, pero sí con el ahorro de energía, es interesante conocer el movimiento de la tierra respecto del sol en los distintos períodos del año a la hora de realizar los diseños arquitectónicos. De este modo se puede aprovechar al máximo los beneficios de la luz natural, evitando en lo posible la utilización de la energía eléctrica para la iluminación.
Muchos son los puntos que se pueden considerar al respecto, pero lo que está claro es que los diseñadores tienen mucho que decir para evitar estos excesos.

martes, 1 de marzo de 2016

Cobertura de las cubiertas de viviendas

Cuando se realiza la cubierta de un edificio de vivienda, son múltiples las opciones que se tienen. Es posible realizar una cubierta utilizando piezas pequeñas, medianas o de grandes piezas. Estas últimas se suelen realizar in situ.
Entre las diversas opciones, vamos a ver las más destacadas en cuanto a los tipos de cubiertas para los edificios de viviendas.

Cubierta de teja curva

La cubierta por medio de tejas curvas es la que más se utiliza en España. Es un tipo de cubierta que suele asentarse sobre pellas de mortero cada cinco hiladas horizontales.
Este tipo de cubierta se suele emplear para pendientes de entre 15 y 22º. Existen distintos tipos de tejas curvas. Si tienen resaltos, se pueden colocar sobre rastreles, mientras que si tienen perforaciones, se pueden colocar clavadas.Cuando las tejas se colocoan sobre placa de aislamiento térmico de poliestireno extruido, se deben colocar con mortero, lo mismo que si se colocán sobre resillón cerámico. También pueden colocarse sobre chapa ondulada o sobre restreles.

Cubierta con tejas planas o mixtas

Las tejas planas o mistas se pueden colocar en faldones que tienen una pendiente de entre 15 y 22º. También admiten su colocación con mortero, clavadas o atornilladas, siendo estos casos siempre y cuando cuenten con perforaciones.
Las tejas se apoyan sobre rastreles horizontales que a su vez pueden apoyarse sobre chapa ondulada, o rasillones cerámicos. También pueden ir sobre rasteles en dirección de pendiente sobre tablazón o paneles aislantes de madera.
También se pueden colocar directamente sobre forjados inclinados o sobre correas. Otro elemento que sirve de soporte para estas tejas son los paneles aislantes de madera de tipo sandwich o paneles de cubierta autoportantes o metálico, los que a su vez se apoyan sobre correas.

Cubiertas de pizarra

Las cubiertas de pizarra son las elegidas en aquellos lugares en los que la caida de nieve es frecuente. Se suelen colocar en cubiertas que van entre 30 y 60º. La pizarra puede ir clavada o enganchada a los rastreles horizontales que a su vez pueden ir apoyados sobre rastreles en dirección de la pendiente sobre tablazón o paneles aislantes de madera. Otra opción es colocarlos sobre rastreles en dirección de la pendiente sujetos a conectores a mortero sobre un forjado inclinado o sobre paneles aislantes de madera del tipo sandwich o paneles de cubierta autoportante.

Elementos de zinc de tamaños pequeños

Los elementos de zinc de tamaños pequeños se suelen colocar atornillados en cubiertas con ángulos que van desde los 15 hasta los 90º. Se atornilla la pieza a tarimas colocadas en posición horizontal, que a su vez pueden ir colocados sobre rastreles en dirección de la pendiente sobre tablazón o paneles aislantes de madera.
También pueden ir sobre paneles aislantes de madera del tipo sandwich, o sobre parecillos o cabios que se apoyan sobre correas o pares próximos.

Cubiertas inclinadas para la vivienda


A la cubierta de un edificio lo tenemos que considerar como el cerramiento superior del mismo, por lo que se tienen que mantener las mismas condiciones que las de un cerramiento. Es decir, que cuando analizamos la cubierta del edificio, se deben cumplir condiciones de protección de la lluvia o de la nieve, tiene que proporcionar un adecuado aislamiento tanto térmico como acústico, teniendo que contar con las condiciones propias de seguridad estructural y resistencia a otros factores como puede ser el fuego.

Partes de la cubierta

La cubierta del edificio va a constar de varias capas. Por un lado está la cobertura, que en el caso de las cubiertas inclinadas, las más utilizadas son las tejas, aunque en determinadas regiones se opte en mayor medida por la chapa.
Por debajo de la cobertura, encontramos distintas capas que pueden ir variando según el sistema constructivo o el tipo de cubierta. Así seguramente nos encontraremos con la base que puede ser un forjado de hormigón o ir variando de materiales, pero las capas que van a ser comunes son los aislantes térmicos e impermeabilización.
Cuando se realiza el diseño de la cubierta, no solo se debe pensar en el aspecto estético, sino que tenemos que tener en cuenta todos los elementos que a la vez la hagan funcional.

La pendiente de la cubierta


La pendiente que vaya a tener la cubierta inclinada es de gran importancia para determinar varios aspectos de la misma. Las condiciones climáticas de la zona en la que se instala el proyecto de arquitectura va a ser fundamental. Aquellas zonas en las que las nevadas, con acumulación de nieve, son frecuentes, requerirá de mayores pendientes que en aquellos en los que esto no ocurra. La pendiente de la cubierta también va a influir en el tipo de material que se emplee para la cobertura. Como dijimos antes, en los lugares en los que cae mucha nieve y la pendiente es muy marcada, el material más empleado es la teja, en cualquiera de sus variantes, siendo la más empleada la plana.
En la península ibérica, la teja que más se suele emplear es la teja curva, que en la zona de sudamérica se conoce con el nombre de colonial. Es un elemento fundamental en el diseño de cubiertas tradicionales.

El soporte de la cubierta

El soporte de la cubierta puede ser variable. Depende en gran medida de si el bajo cubierta es aprovechable o no. Cuando es aprovechable, el soporte de la cubierta suele ser inclinado, con la misma pendiente que la cubierta, de tal modo de dejar libre el espacio inferior.
Cuando no se va a utilizar la parte inferior, una solución muy empleada en España es la de hacer una serie de tabiquillos conejeros, que se apoyan en el forjado plano. Estos tabiquillos acaban con la pendiente de la cubierta, y sobre ellos se hace una especie de pequeño forjado con ladrillos y una capa de compresión de hormigón, sobre la que se va a colocar la cobertura, normalmente de teja curva.